LA TERRACOTA, EL ASPECTO NATURALMENTE RURAL
Cuando se busca un ambiente rústico, que aúne la elegancia con algo natural, hay muchas posibilidades. Los pavimentos rústicos son una opción. Su textura y color simulan esas condiciones y permiten obtener unos resultados muy adecuados y a unos precios bastante competitivos.
Pero también se puede ir un poco más allá y buscar otro tipo de materiales que ofrezcan un aspecto más auténtico. Uno de estos materiales es la terracota, unas piezas que se realizan para ofrecer un aspecto más rústico, huyendo de una imagen más industrial y más cercana a esa ambientación rural y más natural que se busca.
Las piezas de terracota pueden tener un formato cuadrado, de 30x30 centímetros, o bien presentar una serie de formatos distintos. La variedad de formas y tamaños permite diseñar espacios muy agradables, que nos aportan esa tranquilidad que siempre ofrecen los materiales más cercanos a la naturaleza.
Las piezas rectangulares de terracota, de 18x32, 15x30 y 12x25 cm pueden colocarse como si fueran puntas de flecha, formando este curioso dibujo en el suelo y aportando una originalidad que lo hace más atractivo a la vista.
Hay otros formatos disponibles que ayudan a crear este tipo de diseños que escapan a la colocación tradicional. Uno de los más populares es la en forma de estrella , que puede resultar todavía más atractivo gracias a la colocación de una pieza en forma de cruz para separar las otras, en grupos de cuatro.
Los colores presentes son los propios y naturales de la tierra cocida, aunque también se pueden encontrar piezas esmaltadas en colores básicos, que buscan reproducir los naturales sobre estas piezas cocidas. Verdes suaves y otros colores que no rompen la imagen de naturalidad que se espera en estas piezas.
Tanto en interior como en exterior, la terracota puede resultar muy atractiva para crear estos espacios rurales, más cercanos a la naturaleza.