COLORES DE FANTASÍA PARA UN AMBIENTE “SERIO”
Muchos hogares son pequeños reductos de la “seriedad”. Es decir, sus propietarios buscan esconder en esa vivienda su manera de ser, pero al mismo tiempo, ofrecen a los demás una imagen excesivamente “seria”, buscando agradar a los demás. Esa imagen suele ser bastante conservadora y quiere hacer ver que se está en un hogar que agrada a todo el mundo.
Pero, realmente, hay que tener en cuenta de que estamos en nuestro hogar, en el sitio donde podemos estar realmente a gusto, sin escondernos y siendo nosotros mismos. Eso quiere decir que estamos en nuestro lugar, por lo que no necesitamos dar una imagen que no es de cara al resto de personas.
Nuestro hogar, nuestras reglas
Ante esto, debemos pensar que nuestra intención es crear un ambiente que sea un reflejo de nuestra vida, de nuestros gustos y que nos haga sentirnos bien. Por ese motivo hay que tener claro qué nos gusta y que no, que nos puede hacer sentir bien y que no.
Si nos gustan los colores alegres, es posible que tengamos que elegir entre mantener una imagen más clásica o una más adecuada al propio gusto de cada persona. Con esta premisa, deberían pesar siempre más los gustos del propietario, aunque también se ha de tener en cuenta que la moda puede ser un argumento para decorar la vivienda y eso puede ser peligroso.
Las modas pasan y, a diferencia de lo que ocurre con la ropa, los azulejos y el diseño de la vivienda no se pueden cambiar de manera tan rápida y sencilla como esta. Se ha de valorar lo que realmente interesa tener y con cierta lógica.
De todas maneras, el gusto personal ha de ser lo principal para elegir la decoración de lo que es el hogar en el que vamos a vivir durante mucho tiempo y que vamos a disfrutar, por lo que ha de estar diseñado a nuestro gusto y debe hacernos sentir bien y relajados.
¿Un ambiente para agradar a las visitas o para que nos sintamos felices en él? Esa es la cuestión.