COCINAS BLANCAS, LIMPIEZA Y CLARIDAD

Siempre tenemos la misma duda. ¿La cocina quedará bien con azulejos blancos o le añadimos algún color y diseño más fuerte para dotarla de cierta personalidad? Pues la respuesta está bien clara… ¡Decórala cómo mejor te parezca, cómo más te guste! El principal argumento para la decoración ha de ser el gusto de cada persona y una vez con esto claro, hay que dedicarle algo de atención al resto de factores que influyen a la elección de esa decoración que presidirá una de las estancias que más se utilizan en nuestra casa.

Como siempre recalcamos, uno de los principales argumentos a tener en cuenta es el espacio disponible. Una cocina grande no acusa la presencia de colores oscuros, ya que el espacio ayuda a diluir ese efecto oscurecedor que provocan estos colores. Por su parte, una cocina pequeña necesita crear una sensación de amplitud, aprovechando al máximo cada centímetro disponible y apoyándose en la luz natural para ayudar a mitigar esa falta de espacio.

Una de las principales ventajas del color blanco (o, en su defecto, algún tono claro), es la sensación de limpieza que aporta. Basta ver una cocina blanca y reluciente para notar esa sensación de limpieza. Una cocina decorada con azulejos blancos o claros crea la sensación de limpieza y desinfección indispensable en esta parte de la vivienda y aporta tranquilidad.

Pero la presencia de azulejos de color claro no ha de ser motivo para que la cocina tenga un aspecto aburrido. Los distintos formatos que hay disponibles para colocar en la estancia ayudan a ponerle a las paredes un estilo más agradable y crear un diseño personalizado. Además, se puede incluir una serie de piezas que rompan la monotonía del blanco y aporten una imagen más dinámica y atractiva.