Materiales para sorprender: azulejos de cristal
La decoración de interiores está basada en los materiales más comunes de la naturaleza. La piedra, los tintes, la tierra… A estos se les une el diseño y las maneras de trabajarlos juntos y sin perder de vista lo que nos pueden ofrecer. A nivel estético pero también práctica, con los niveles de resistencia, impermeabilidad y todo lo que sea necesario para que estén con nosotros durante mucho tiempo.
El cristal es uno de esos materiales que se utiliza para la decoración. Posiblemente, no lo verás nunca como el único argumento de una decoración . No es normal encontrar una pared totalmente cubierta con azulejos de cristal, sea del tipo que sea. Este material se suele reservar en pequeños espacios, con piezas especiales y diferentes a las que se utilizan normalmente.
Las piezas de cristal suelen ser pequeñas, destinadas a complementar un diseño realizado con azulejos tradicionales. Se colocan como si fueran molduras, separando dos espacios de cerámica, o quizá incorporando alguna de estas piezas en el diseño del revestimiento de la pared.
La unión de estos azulejos de tierra prensada con la de otros, fabricados con cristal, permite que el diseño de la pared cambie completamente, se rompa la homogeneidad y sea más visualmente atractivo. Con la inclusión de varias piezas, buscando que el diseño no rompa excesivamente la imagen general de la pared se pueden conseguir resultados muy agradables para la estancia.
La utilización de este tipo de diseños en estancias fuera del baño o la cocina pueden hacer que cualquier habitación gane en presencia y sea mucho más agradable y sobre todo, personal. También es una buena manera de aportar personalidad a un local comercial, cuya imagen ganará si se tiene en cuenta este tipo de piezas en el diseño general del mismo.
En el catálogo de azulejos de cristal de Ondacer encontrarás muchas posibilidades para incluir este tipo de material en los diseños del hogar o el comercio, buscando aportar la frescura y el toque personal que no debe faltar nunca.